La casa donde García Lorca vivió de niño se ha convertido en un alojamiento cultural con obras del escritor e ilustraciones del propietario, Antonio Lorente.
La Casa de Lorca, donde Federico García Lorca vivió algunos años siendo niño, está situada en la plaza Maestro Rodríguez Pérez, en pleno Casco Histórico de Almería, a pocos metros del Museo del Realismo Español Contemporáneo, del Centro Andaluz de la Fotografía, del Museo de la Guitarra, cerca de la Alcazaba. La plaza está abierta a los paseantes, con un busto en el centro que recuerda el paso del dramaturgo por Almería, varios árboles la adornan y no faltan algunos bancos para descansar. Al fondo, la casona donde Federico García Lorca pasó de niño algunos años. Y fue en ese entorno donde aprendió música, y donde empezó a escribir.
Es en una de las viviendas de ese edificio, justo en la que residió García Lorca, donde, desde hace algunas semanas cualquiera que así lo desee puede alojarse. Y todo gracias al ilustrador Antonio Lorente, que es el promotor de esta propuesta peculiar en la que incluye, junto a una decoración pensada al detalle, respetando espacios, un mundo de propuestas literarias en torno a Federico García Lorca y sus libros, con fotografías del poeta, que se une a otro mundo con el que se funde, el del propio Lorente con algunas de sus ilustraciones, la de Federico niño que roza con su mano a Federico hombre mientras piensa en la Tarara, esa que tiene un vestido blanco que se pone negro cuando baila tanto, la Tarara sí, la Tarara no. Ilustración que corona un piano antiguo y que se suma a otras del creativo mundo de Lorente entre las que también destaca, decorando la pared principal del salón, un gran dibujo del Cortijo del Fraile.
La Casa de Lorca es la recuperación de la figura del poeta en su paso por Almería con una propuesta de alojamiento cultural, en donde los inquilinos podrán vivir en el mismo lugar donde hace casi 120 años residió Federico García Lorca.