Un uso inadecuado y excesivo de los videojuegos por parte de los menores, puede derivar en problemas de aislamiento, agresividad, sedentarismo o mala visión.
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En Prevención en Onda, la técnica en prevención del Servicio Provincial de Drogodependencias y Adicciones, Eva Artero ha indicado que los videojuegos se han convertido en la forma habitual de entretenimiento para los jóvenes y, así como algunos pueden ayudar a los niños en su desarrollo intelectual y emocional, también están los efectos negativos de pasar largas horas aislados de la realidad, provocando problemas de agresividad, sedentarismo, dolores de cabeza y problemas visuales.
Eva Artero anima a los padres a reducir el tiempo que dedican sus hijos a las pantallas, no superando las dos horas al día y a controlar a qué videojuegos tienen acceso, ajustando éstos a la edad del menor.