La ciudad de Almería celebra a su patrón, San Indalecio, con una misa presidida por el obispo y una procesión por el Claustro. Recordamos su historia
La ciudad de Almería ha celebrado la festividad de San Indalecio, su patrón, en la Catedral de la Encarnación con una ceremonia religiosa presidida por el obispo de la Diócesis, Antonio Gómez Cantero, a la que han asistido autoridades locales civiles y militares y representantes de las hermandades y cofradías de la capital. Las reliquias se han sacado en procesión por el Claustro.
San Indalecio fue mártir y fundador de la iglesia de Almería. Su acción evangelizadora podríamos enmarcarla en la actual Pechina -entonces Urci y, más tarde, Bayyana-, según algunos historiadores e investigadores -tiempo después, en la ciudad de Almería–. Fue en la segunda mitad del siglo I cuando inició su peregrinación por Almería.
Es uno de los siete varones apostólicos, casi coetáneo con los apóstoles, que acompañó a Santiago, a instancias de San Pedro y San Pablo, a predicar el Evangelio de Cristo en esta parte del sur de España. En Urci construyó el que fue el primer templo de la cristiandad. Aquí murió y fue enterrado.
Y aquí fue venerado hasta que en 1084 el abad del monasterio cluniciense zaragozano de San Juan de la Peña, Sancho, pidió al monje Evencio y al príncipe de Murcia que trasladaran sus restos a tierras de lo que hoy es Aragón porque, dice la tradición, allí nació San Indalecio. En 1621, el entonces obispo de la Diócesis de Almería -Portocarrero- consiguió unas reliquias del santo, que fueron acogidas en la joven catedral. Un siglo después, Salzillo construyó una imagen de San Indalecio.
En la guerra civil fueron destruidas las reliquias y destrozada la imagen religiosa, pero en 1945 el imaginero almeriense Jesús de Perceval talló una nueva imagen del patrón y volvieron a llegar reliquias del santo, algunas de las cuales están en la actual Iglesia de Pechina.
Así, hasta que en 1992 el archivero Juan López trajo hasta Almería parte del fémur de San Indalecio, la última gran reliquia. Se instaló el el Altar Mayor.